Cuando una empresa familiar decide invertir en vehículos, se enfrenta a una gran decisión: ¿Comprar o arrendar? Muchas empresas, sobre todo en fases de crecimiento, deben equilibrar sus necesidades de movilidad con la gestión eficiente de su flujo de efectivo.
El leasing se ha convertido en una opción popular para muchas de estas empresas, ya que permite optimizar los recursos sin comprometer la liquidez.
Caso de éxito: Una empresa familiar en el sector de distribución decidió cambiar su modelo de compra de autos por leasing financiero. Antes de hacer este cambio, gastaban más de $500,000 MXN anuales en mantenimiento y reparación de su flotilla de vehículos. Con el leasing, no solo redujeron estos costos, sino que mejoraron su eficiencia operativa al contar con autos nuevos y sin tener que preocuparse por los altos costos de mantenimiento o depreciación. Además, pudieron aprovechar los deducibles de impuestos, lo que generó un impacto positivo en su balance financiero.
El leasing financiero es una forma de arrendamiento que permite a las empresas usar un vehículo sin necesidad de hacer una gran inversión inicial. A diferencia de un crédito automotriz, en el que se adquiere la propiedad del auto a través de pagos periódicos, en el leasing se paga una renta mensual por el uso del vehículo durante un tiempo determinado, con la opción de finalizar el contrato al término del período o incluso de adquirir el vehículo al final, si así lo deseas.
Una de las principales ventajas del leasing financiero es su flexibilidad. No solo permite que las empresas mantengan su flujo de efectivo, sino que también les da la oportunidad de actualizar su flotilla de autos más fácilmente, sin estar atadas a la depreciación de los vehículos. Además, los pagos mensuales suelen ser deducibles de impuestos, lo que representa un beneficio fiscal importante para las empresas que buscan optimizar sus recursos.
El leasing funciona de manera sencilla:
la empresa paga una renta mensual durante el período del contrato, sin tener que preocuparse por los costos adicionales de mantenimiento o seguros, ya que estos generalmente están incluidos en el acuerdo. Al final del contrato, la empresa tiene la opción de comprar el vehículo por un valor residual, que suele ser más bajo que el precio original del auto.
Este modelo es ideal para negocios familiares modernos que buscan una solución ágil y flexible para mantener sus operaciones en movimiento sin comprometer grandes cantidades de capital.
El leasing permite a las empresas operar con mayor eficiencia, reduciendo riesgos y optimizando recursos.
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